Hace dos días que me di cuenta de que sería la despedida definitiva, no te voy a engañar, aún tenía esperanzas de poder remontar esto, pero todo eso se me fue de la cabeza cuándo al saludarte, pasaste de mí cómo a una más de tantas de las que me habías hablado, y jode el tener que ser una más.
La despedida no ha sido cómo hubiese querido, pero me ha hecho pensar en lo que hemos sido y en lo que nos hemos quedado por ser.
Tal vez hayas sido una de esas personas que llegan a mi vida pero no para quedarse, y creo que es así, gracias a tí una parte de mi cambió para mejor, hiciste que en este tiempo, sonriera como pocas veces lo había hecho. Y lo más importante, me uniste mucho más a una persona, por eso pienso que la función de haberte conocido era esa, y te lo agradezco, tal vez no me haya podido quedar contigo, cosa que me arrepiento de haber jodido, pero me diste la confianza de una persona que sé que no se va a romper fácilmente.
Suelen decir que todas las despedidas son amargas y dolorosas, y lo segundo puede que tenga parte de razón, pero al recordar sólo me sale una pequeña sonrisa, qué se le va a hacer...
miércoles, 23 de octubre de 2013
La despedida.
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