En la búsqueda de los sueños
domingo, 19 de julio de 2015
Noches
martes, 3 de marzo de 2015
Sin más.
miércoles, 14 de enero de 2015
Quien sabe
domingo, 24 de agosto de 2014
Desilusión.
La desilusión es un sentimiento que engloba muchos otros a su vez, como el agobio, tristeza, a veces soledad... Y hacen que poco a poco te vayas desmoronando tú mismo.
Soy una persona que va por etapas, y que siempre en cuanto a sentimientos, soy cambiante. Puede ser que sea una mala racha, unas semanas o mes malo, o eso espero.
Pero cuando se te quita la ilusión... La ilusión por estar con alguien, por salir, por reír, por estudiar o en mi caso, aprobar en septiembre, puedes estar realmente jodido. También puede que necesite a alguien que me saque de esto...
Ni yo misma sé como he llegado a sentirme así, claramente, no es la primera (ni desgraciadamente será la última) vez que me pase... Pero es eso, pasa, sin más. Te das cuenta de que nadie te necesita como piensas, sí, tengo a las mejores amigas del mundo, lo he dicho mil veces... Pero es más que eso.
Llego a casa y me siento vacía, tengo que iniciar yo conversaciones si quiero llegar a algo, ves como todo el mundo tiene a su mejor amiga por la que daría todo... Y... ¿Habrá alguien que sienta lo mismo por mí?
Los mensajes de te echo de menos, son escasos, y cuando llegan, son de mi mejor amigo, desgraciadamente a más de mil km de mí.
Tampoco hay mensajes de estos que parecen infinitos ni buenas noches que me arranquen, casi literalmente, una sonrisa. Ni simplemente, sorpresas...
Otra de las sensaciones es... Lo explicaré como un puzzle, mis amig@s, familia y demás, son cada uno, una pieza, y yo otra, y aunque ese puzzle entre todos encajen, siempre hay una esquina a la que no le siguen más, es decir, esa pieza que acaba todo, pero ves como las del medio están rodeadas y tienen a sus propias piezas para encajar. Tal vez yo sea la esquina esa, está ahí como grupo porque la necesitan ahí, pero no individualmente.
Antes era miedo por no ser suficiente, pero ahora, es miedo porque se enteren de que no, no soy suficiente para nadie.
Por eso, muchas veces me aparto, para no molestar, porque aunque se piensan que no lo hago, muchas veces inconscientemente, si se hace.
Simplemente, me despido, con esperanza, ¿de qué? De que llegue algo.
domingo, 17 de agosto de 2014
Good luck.
Good luck, algo que siempre me he querido tatuar, por su significado.
Me considero en muchos aspectos una chica con suerte, tengo a las mejores personas a mi lado, tanto amigos como familiares. Pero en otros ámbitos... Simplemente rozo la suerte.
Según mi padre, la suerte no viene sola, sino que debes salir tú a buscarla. ¿Dónde? Puf.. Puede que esté en el sitio menos pensado o en tú peor día.
Las oportunidades vuelan, sin darnos cuenta, y justo cuando tienes el objetivo deseado, ese que tanto te ha costado, aparecen nuevas barreras, más límites, y te quedas ahí, en el casi, rozándolo.
Una vez más, solo ha sido una pizca de suerte, un espejismo de lo que pudo haber sido.
Pero si has llegado hasta ahí, consiguiendo poco a poco lo que querías, sería una verdadera gilipollez darlo por perdido ahora, ¿no? Lo bueno tarda en llegar, y como sea cierto, lo que me espera debe de ser algo de puta madre.
La paciencia puede llegar a ser un gran arma, y el que la sigue la consigue.
"Funciono mejor cuando me han dado por perdido, sonará un extra de morbo, cuando por fin te de el mordisco. Estás sobre aviso: voy a comerte"
lunes, 11 de agosto de 2014
Espejos rotos.
Bueno, empecemos con una pregunta ¿tienes algún complejo? Seguramente, como la mayoría de las personas, la respuesta suele ser que sí.
Es un tema, que personalmente, lleva "persiguiéndome" bastante. Aunque hay gente que no lo entiende.
Cuando alguien nos cuenta un defecto suyo, o mismamente un complejo, solemos decir "¡Pero qué tontería, si estás genial!" y para nosotros, puede que sea así de verdad, pero no llegamos a entender a dicha persona nunca, a no ser, que hayas pasado por lo mismo.
También hay que recalcar que la sociedad hace mucho daño, queremos hacer ver que no, que eso está cambiando, pero seguimos usando términos como "gordo/a; tallas grandes; tallas pequeñas, flaca/o; anoréxica/o" y así miles de cosas. Para empezar, si tanto está cambiando la sociedad no se debería usar distinciones de tallas grandes o pequeñas, simplemente tallas.
Yo soy una persona con la constitución delgada, y que me llamen flaca, para mí es un insulto, como para que a otras personas le llamen gordo/a. Me hacen gracia los que quieren acabar con trastornos alimenticios diciendo "es que las tallas pequeñas, mismamente una 34, fomentan la anorexia" ¿Qué pasa? ¿No puede haber gente que use esas tallas sin tener esa enfermedad? Entonces, ¿también se fomenta la obesidad con las tallas superiores a esa?
En mi opinión, las tallas están para que cada uno se pueda adaptar a su cuerpo y por qué no, vestir como quiera.
También me río de aquellos que hablan de estos problemas sin tener ni idea, porque es, una enfermedad, y como tal, hay que tratarla.
Todos suelen querer un cuerpo "delgado" pero lo que muchos no saben, es que también hay cierto rechazo hacia la delgadez.
Pesar 40 kg y tener que pesar 50kg, muchas veces no es por gusto ni provocado. Y me pongo como ejemplo, ya que he estado en esa situación aunque ahora pese lo apropiado.
Por eso mi consejo es que antes de hablar de cosas tan serias como estas nos preguntemos nosotros mismos como nos sentiríamos si alguien supiera nuestros complejos y nos machacara con ellos.
Ahora bien, no hay nada mejor como mirarte a un espejo y sentirte bien, tengas la talla que tengas, y eso se consigue empezando a quererte tú mismo, que en definitiva es lo que más nos puede ayudar con cualquier cosa, y dejando a un lado los ideales y opiniones de la gente, que como dicen, suelen hablar los que más tienen que callar.
lunes, 4 de agosto de 2014
Lo que dicten los venazos.
Bueno, tras varios intentos por volver a escribir, por fin, me he decidido. El título puede que sea lo que me describa mejor, cualquiera que me conozca bien seguro que ha sido partícipe de alguno de mis venazos.
Venazos que no todos son malos, algunos me ayudan a dejar al lado el orgullo, y poder recuperar cosas que ha simple vista parecen perdidas. ¿Cosas o personas? Sí, personas.
Pero si no son todos malos es porque antes de eso, ha habido el mayor de los venazos, y esta vez para mal.
El dejarse llevar tiene sus consecuencias, haces lo que sientes en el momento, pero ¿conviene hacer algo que quieres en ese justo instante pudiendo afectar cosas que tenías de antes? Pues esa pregunta es justo la que nunca me hago antes de hacer nada y la que me planteo días o meses después.
De ahí mi frase "Los mayores kamikazes son los que van con los sentimientos a flor de piel". Nosotros, los kamikazes, metafóricamente hablando, solemos ser criticados por ello. A veces envidiados.
Me ha llevado varios días escribir esto, y supongo que por fin, tras charlas con amigas... Me he aclarado.
Cuando comencé a escribir esto, lo que quería era cambiar esa parte de mí, esa que me arrebata la poca cordura que tengo y me hace olvidarme del resto y hacer las cosas tal cuál las siento, pero... ¿Sabéis? Creo que es un privilegio, aunque muchas veces me lleve a cagarla, al fin y al cabo, era lo que quería y sentía en ese momento ¿no?
Dicen que estamos en una edad que no nos tenemos que comer la cabeza y JÁ, eso es lo primero y último que solemos hacer, pero yo opino que es bueno, es como.... Tener el bien y el mal en cada hombro y tener que decidirse... La pasión o la seguridad; conformarse o ir a por todas... Y de aquí saco mi conclusión de que por mucha filosofía que quiera de menos corazón y más cabeza fría es la mayor gilipollez.
Vivir en un ahora o nunca, arriesgarse, dar el 110%, perseguir algo hasta conseguirlo... Y fallar. Y si fallamos que sea habiendo hecho todo lo posible y defendiendo cada día, nuestra forma de ser, haciéndole ver a la gente que los locos son los mayores cuerdos, no dejando nada a manos de la suerte, pelear hasta el final con todo en contra, con lágrimas en los ojos, y sobretodo, no fallándonos nunca a nosotros mismos.
Y cómo no, fallar sabiendo que tengo a las mejores personas a mi lado que demuestran con cada caída, tropiezo o venazo, que están cuando más lo necesitas.
Dar las gracias a S, ya sabes quién eres, espero que este a la altura de nuestras charlas.