Nunca sabes como se te va a plantear el día, ni si ese día te puede plantear tus demás días. Y así fue. Cuando menos te lo esperas aparece una persona, y cambia todo lo que tienes, en mi caso, para algo mejor. Sientes que todo va a mejor, y te gusta esa sensación, la de ese nudo en la garganta de los nervios, ese cosquilleo cuando le besas o simplemente notar la cara de tonta que se me pone al leer una cosa bonita que me diga, la cual vuelvo a leer mil veces más con una sonrisa de oreja a oreja.
Poco a poco, como quien no quiere la cosa, me enganche a tí, confiando cada vez más en que aquel beso el día de tu cumple iba a significar mucho más.
Madrid, mi Ciudad de la cual siempre me he considerado una completa enamorada... La veo más bonita aún, no se si será porque todo se ve mejor cuando estás a mi lado, o porque ahora tengo un pequeño rincón contigo, el parque que hace que tu y yo nos olvidemos por un momento de todo lo demás y que hace que el frío, se vaya con mayor rapidez.
Me declaro adicta a ti, a tus besos, a tus lunares en la espalda, a nuestros enfados y a todo lo que tenga que ver contigo y conmigo, pero con nadie más.
Aunque suene prematuro, gracias por aparecer en mi vida, y como te digo siempre, quien sabe...quien sabe la de cosas que nos quedan por delante.